NO QUIERO EL FASCISMO EN MI VIDA NI EN LA DE LOS MIOS.

Acabo de leer en el diario "El Pais" un articulo que debiera hacernos pensar en aquel dicho "Cuando las barbas de tu vecino veas cortar, pon las tuyas a remojar".

Me refiero a la situación que atraviesa Grecia en el momento actual, que dicho sea de paso comienza a tener visos tercermundistas. Los impuestos disparados, obligados por "Europa" o más bien los intereses económicos de algunos Paises como Alemania y algún otro de esos que llaman "La Troica", los sueldos de los  pocos que trabajan reducidos a la mitad, el nivel de pobreza disparado, los hogares y colegios en pleno invierno, con un frío del carajo y sin calefacción.

No quiero ni imaginarme la situación por la que están pasando las familias , la mayoría de las familias griegas... o quizás no tenga que ir tan lejos y me baste con mirar a mi alrededor. Nuestra situación no es, a nivel general, tan dramática pero estamos haciendo progresos espectaculares y pronto si Dios no lo remedia, estaremos como ellos.

El "gobierno", (hoy quiero ser políticamente correcto) está emperrado en seguir con una política económica de  recorte tras recorte, e impuesto tras impuesto, por aquello del ahorro, pero no parece darse cuenta, (a pesar de que especialistas independientes españoles y extranjeros se lo recuerdan a diario) de que este no es el camino. El ahorro o más bien el control del despilfarro es imprescindible, sin embargo en una sociedad cuyo desarrollo económico se basa en el consumo, es también imprescindible no ahogar al consumidor. Este último hecho es incluso para los más poderosos como "Matar la gallina de los huevos de oro". Es más se corre el riesgo de que incluso y pesar de que el rebaño se ha vuelto cómodo y lento de reflejos, en un momento de presión extrema acabe rebelándose contra el Amo.

Quiero decir que el "gobierno" que no es mas que la mano ejecutora de los poderes que obran desde el anonimato" no les está ofreciendo resultados positivos a estos últimos haciéndoles  un flaco favor para sus bolsillos y desde luego se arriesga a tener revueltas y manifestaciones hasta en la puerta de sus casas.

Yo asumo que formo parte del rebaño, sin embargo como otros muchos, soy una oveja pensante, y no me gusta la hierba seca. Yo quiero prados jugosos, no quiero amos ni dogmáticos, ni de los otros. No quiero axiomas incambiables. No quiero látigos ni fustas. No quiero pasar apuros. No quiero perder el Sistema Sanitario que ha sido la envidia del mundo. No quiero que mis hijos no puedan estudiar. No quiero que los abuelos vivan con una miserable pensión después de haberle dado al Pais y a la sociedad toda una vida de trabajo. No quiero discriminación de sexos. En definitiva NO QUIERO EL FASCISMO EN MI VIDA NI EN LA DE LOS MIOS.

Todos los afectados debemos reaccionar de una vez. Hay que cambiar el sistema. Ahora se controla de arriba hacia abajo y sin embargo la forma correcta sería de abajo hacia arriba. No podemos consentir un futuro como el que nos plantean.

Reconozco que son necesarios algunos sacrificios. Reconozco que me he dejado engañar por los bancos y los políticos. Reconozco mi apatía en lo concerniente a estos últimos. Y realmente asumiendo mi parte culpa reconozco que son necesarios profundos cambios sociales y económicos, pero de ahí a la ampliación de la  pobreza de unos y al desmesurado enriquecimiento de otros,  hay un tirón que en la medida de mis posibilidades no voy a consentir.